sábado, 23 de mayo de 2009

Un ensayo un tanto peculiar


Buscando un libro para este Sant Jordi, me encontré con un libro que me uno llamó especialmente la atención: Orgulloso de ser Friki de Germán Martínez, más conocido en la red como Señor Buebo, un ensayo un tanto peculiar que trata sobre lo que son los frikis, como viven y son tratados por la sociedad y son sobre todo cuidados por los medios de comunicación y el cine porque se están dando cuenta que son un público objetivo y bastante fiel, por lo que deben cuidarlos. Aquí os dejo con mi reseña o crítica del libro.


“Hace mucho tiempo en una galaxia lejana, muy lejana… Era el año 1977, y ese año hubo una conjunción de hechos que conmocionaron al mundo: el estreno de Star Wars […], la muerte del Rey (Elvis Presley)” y el nacimiento de Señor Buebo. Así da comienzo este hilarante ensayo, mezcla entre homenaje, reivindicación y declaración de derechos y deberes del friki. Una clara declaración de intenciones y muestra de la tendencia social a la aceptación del frikismo como algo cotidiano y normal.


Se considera que este fenómeno social comenzó con la aparición de la primera película de La Guerra de las Galaxias (1977). A raíz del nacimiento de la saga de George Lucas comenzó la expansión del merchandising, las convenciones temáticas y el disfrazarse de alguno de los personajes de, no solo las películas de Lucas, sino de cualquier personaje considerado “de culto”. A lo largo de los últimos 30 años, muchos jóvenes han ido creciendo con series consideradas frikis, como Star Trek o V; con la obra de Tolkien o con el cómic japonés (el Manga), entre muchos otros fenómenos. Esta etapa atrapó de lleno a Señor Buebo y le llevó a crear en 2006 el “Día del orgullo Friki” (25 de Mayo), que se celebra en ciudades de toda España y que es el máximo exponente de la magnitud social que ha alcanzado el frikismo.


Poco podemos decir de la trayectoria bibliográfica de este autor, más que con 14 años ganó un concurso de literatura en su Instituto con un relato llamado Detective Juvenil. Su estilo personal con tono despreocupado y cargado de informalidad y apelaciones al lado más friki del lector, hacen de este texto una obra amena y bastante ligera.


El libro comienza con un reto: Contar cuantas veces aparece la palabra friki alo largo de todo el texto. No pretende captar ni convencer a nadie de las virtudes del frikismo, se trata más de un decálogo o manifiesto que describe punto por punto todos los aspectos de la vida del friki. Una exposición punto por punto de lo que es ser friki. Cada capítulo contiene uno de los deberes o derechos “in-alien-ables” del friki y trata temas como las diversas topologías de friki, los gustos, los hábitos alimentarios o la “voluntad de dominar el mundo”, ya sea política, social o estéticamente.





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