domingo, 31 de mayo de 2009

¡Los Sims vuelven más libres que nunca! (II)

Personalízalo todo

Los Sims 3 permite crear cualquier sim con personalidades únicas. Contará con intuitivas herramientas de diseño que permitirán crear con todo detalle los sims más realistas vistos hasta la fecha, permitiéndote personalizar prácticamente todos los aspectos que puedas imaginar (delgado, rellenito, musculoso…, cualquier cosa intermedia e incluso los extremos). Además se podrá ajustar al detalle todos los rasgos de su rostro, personalizar su peinado, seleccionar su tono de piel; todo ello con un amplísimo abanico de posibilidades. Las novedosas y accesibles herramientas de creatividad de Los Sims 3, también facilitarán la personalización de cualquier aspecto del juego. Desde suelos a flores, pasando por elementos decorativos y sofás, hasta papel pintado, y mucho más, Los Sims 3 te aportan toda la flexibilidad y las opciones que necesitas para ser el arquitecto de la casa de tus sueños.


Sistema de rasgos de los personajes

Otra de las novedades de esta edición de Los Sims es el sistema de rasgos de los personajes. Cada uno de los Sims del mundo del juego tendrá su código genético, que determinará su aspecto físico, como en Los Sims 2, pero además hay un nuevo sistema de rasgos que, en combinación con factores aleatorios, determinará el comportamiento “psicológico” de los Sims. Estos rasgos se sabrán al momento y serán hereditarios. Pueden ser de todo tipo, desde la alegría o el mal humor, hasta el carisma, si es amante de las fiestas, si es gracioso, si le gusta el deporte o es vago, y otros rasgos como ser una maníaco o, directamente, ser malvado. Los rasgos que tenga el Sim determinarán cómo se comporta de forma estándar, como interactúa sin que nosotros actuemos, pero sobre todo cuáles son sus deseos. Bastará con profundizar un poco en el sistema de relaciones sociales para darse cuenta del gran salto que va a suponer Los Sims 3. No será suficiente con gastar bromas y charlar con la gente para convertirlos en amigos. No. De una forma tremendamente realista, ahora tendremos que tener en cuenta la personalidad de cada sims, sus deseos, para a partir de ese punto, aprovecharnos de estos conocimientos.


En definitiva, Los Sims 3 promete convertirse en la mejor versión de la exitosa saga de Maxis. No propone cambios radicales a nivel jugable, pero la evolución lógica que se ha seguido, ampliando el territorio por el que movernos, y las opciones de personalización de nuestros sims con la inclusión de los rasgos psicológicos, prometen hacernos disfrutar como nunca de la simulación social virtual.

¡Los Sims vuelven más libres que nunca! (I)


Los Sims 3 te inspirarán con infinitas posibilidades y te hará disfrutar de momentos inesperados

El próximo 4 de junio llegará a España para el deleite de una gran comunidad de jugadores del PC, Los Sims 3, la nueva entrega de este juego de estrategia y simulación social creado por Maxis. Fue a principios de 2008 cuando se empezó a hablar de esta tercera entrega de esta saga que ha cautivado a millones y millones de jugadores por todo el mundo y que promete convertirse en el juego más vendido de este verano.

Los Sims se convirtieron en un icono cuando el juego original salió en el año 2000, y desde entonces no han parado. A lo largo de sucesivas expansiones y secuelas han hecho de todo, y han reportado múltiples beneficios a su editora, Electronic Arts, y elevado a la categoría de genio a su creador, Will Wright. Por el camino, también han creado un género que se ha intentado imitar varias veces y han logrado ampliar el público de los videojuegos un poco más, calando particularmente entre el femenino.

Vuelven para ser libres

Esta nueva entrega promete toda una serie de novedades. En Los Sims 3 habrá un vecindario completamente nuevo que podremos explorar libremente, un creador de Sims que los diseñara según la imaginación del usuario, nuevas personalidades realistas para que tengamos un Sims único, una personalización incomparable, y una jugabilidad con múltiples mejoras con el objetivo que podamos tener una experiencia más dinámica y ágil.


El barrio se ha convertido en un mundo 3D, un vecindario de grandes dimensiones por el que podremos circular con total libertad en tiempo real, lo que significa que en todo momento podremos salir de nuestra casa para dar un paseo por el centro de la ciudad, encontrándonos por el camino a decenas y decenas de sims que, no en vano, vivirán su propia vida y con los que, obviamente, podremos relacionarnos.




sábado, 23 de mayo de 2009

Spamalot, el musical (II)


A aquellos que no conocen el tipo de humor de la compañía inglesa Monty Python cabe decirles que gran parte de la culpa de que el humor inglés sea uno de los más incomprendidos del mundo, es por culpa de esta compañía. Así que si uno no entiende el tipo de chistes que plantea la compañía inglesa, mejor que se quede en casa, porqué nos encontramos ante una obra muy “Phytonesca” desde el primer momento: alocada, divertida, irreverente, atrevida y con una maravillosa y absoluta falta de respeto y de rigor humorístico que como ya he dicho, si uno conoce el humor de los Monty Phyton, la agradece.


Spamalot es una obra extremadamente divertida y alocada, de aquellas para pasar una de las mejores tardes de teatro que se pueden tener. No apta para los que buscan el humor de chiste fácil y risa breve. Para el resto, resultará una obra inteligente y desternillante de principio a fin, con algún momento en que el guión parece que flojea, pero que al final no defrauda y que logra arrancar los más sinceros aplausos del público.



Spamalot, el musical




El 10 de mayo tuve la suerte de poder acudir a la última función del musical Spamalot que se representaba en el teatro Victoria de Barcelona.

Cuando llegué al teatro, es cierto que ya tenía una idea ligera de que me iba a encontrar: un refrito de gags de los Monty Phyton que giran entorno a la película Los caballeros de la mesa cuadrada adaptada al género musical; producida seguramente ante la creciente moda de adaptar grandes filmes de años pretéritos a este género en un intento desesperado por recaudar ingresos de una forma fácil y rápida. Todo es cierto, es exactamente lo que uno puede sentir y contemplar sentado en su butaca. Pero todos esos prejuicios se desvanecen ante la calidad de los actores, la música, los decorados y la frescura perenne de un guión cien por cien Monty Phyton.

La obra comienza con el historiador introduciéndonos en el contexto de la obra, la England, que no Finland (acudan al teatro para entenderlo), de la Edad Media. A medida que el rey Arturo, interpretado por Jordi Bosch, va avanzando en su misión junto al escudero Patsy; van apareciendo los caballeros que deben ayudarle en la cruzada de encontrar el Santo Grial. Escenas sacadas del filme Los caballeros de la mesa cuadrada, como la del castillo de los franceses, o el bosque de los hombres que dicen “Mi”, son ejemplos del humor surrealista que desprende esta obra. Estos son momentos capaces de provocar continuas carcajadas entre el público y el propio elenco de actores, que muchas veces tienen que contener la risa ante alguno de los arrebatos de improvisación de Edu Soto o de Fernando Gil, en los papeles de Sir Galahad i Sir Lancelot, respectivamente.

Las canciones, escritas por el propio Eric Idle en su versión inglesa, son el máximo atractivo de la obra por su extravagancia, irreverencia y, por supuesto, humor desbordante. Junto con los espectaculares e iluminados decorados, la música nos hace sentir como en un verdadero musical de Broadway en pleno Paralelo de Barcelona. Esto, rematado por la bellísima voz de la dama del lago, una mezcla entre hada y diva, interpretada por Marta Ribera, hace que este musical no tenga nada que envidiar a otros espectáculos como “Chicago” o “Grease”, musicales a mi parecer mucho más sosos ( y eso que me forman parte de un género particularmente me encanta.)

Un ensayo un tanto peculiar (II)




A medida que se avanza en la lectura, quitando el hecho de que se trate de un ensayo humorístico, algún lector puede verse identificado con aspectos de la vida de estos seres extravagantes. Un ejemplo lo encontramos cuando el autor nos introduce el concepto “salir del blíster” (una comparación con la expresión “salir del armario” pero aplicada al friki): “Hay mucha gente que aun no se atreve a dar el paso […], gente que prefiere leer por tercera vez El Código Da Vinci en vez de ponerse a leer el último tomo de Naruto o Capitán Tsubasa (Oliver y Benji)”. Nos habla de cómo mucha gente puede verse identificada con algún aspecto de la vida del friki y descubrir que, en el fondo, el también lo es.
Buebo no logra grandes hazañas en lo que a convicción se refiere, tampoco parece que lo pretenda, pero nos muestra de forma subjetiva y clara lo que para él es el frikismo. Puesto que el ser friki no está considerado como una nueva clase social y tampoco se puede clasificar del todo, podemos afirmar que este ensayo no debe ser tomado muy en serio dada la ingente cantidad de incorrecciones (tópicos y afirmaciones falaces) que abundan en sus páginas.
No nos encontramos ante una obra maestra, el autor bien debe saberlo. Orgulloso de ser Friki es un ensayo de lectura muy rápida y con un objetivo muy difuso, porque no termina de quedarnos claro si el autor pretende contar algo o, simplemente, arrancar alguna que otra sonrisa. En algunos momentos peca de superficialidad y del abuso de tópicos que en algún momento resultan ofensivos e incluso despectivos. Pero estos errores son enmendados, en parte, gracias a un tono amigable y empático y una sinceridad infantil abrumadora. Podemos concluir que, pese a no ser una obra maestra, este libro puede convertirse en un buen regalo para un amigo friki o en lectura ocasional si no se tiene mucho que hacer. Recomendable, no más.

Un ensayo un tanto peculiar


Buscando un libro para este Sant Jordi, me encontré con un libro que me uno llamó especialmente la atención: Orgulloso de ser Friki de Germán Martínez, más conocido en la red como Señor Buebo, un ensayo un tanto peculiar que trata sobre lo que son los frikis, como viven y son tratados por la sociedad y son sobre todo cuidados por los medios de comunicación y el cine porque se están dando cuenta que son un público objetivo y bastante fiel, por lo que deben cuidarlos. Aquí os dejo con mi reseña o crítica del libro.


“Hace mucho tiempo en una galaxia lejana, muy lejana… Era el año 1977, y ese año hubo una conjunción de hechos que conmocionaron al mundo: el estreno de Star Wars […], la muerte del Rey (Elvis Presley)” y el nacimiento de Señor Buebo. Así da comienzo este hilarante ensayo, mezcla entre homenaje, reivindicación y declaración de derechos y deberes del friki. Una clara declaración de intenciones y muestra de la tendencia social a la aceptación del frikismo como algo cotidiano y normal.


Se considera que este fenómeno social comenzó con la aparición de la primera película de La Guerra de las Galaxias (1977). A raíz del nacimiento de la saga de George Lucas comenzó la expansión del merchandising, las convenciones temáticas y el disfrazarse de alguno de los personajes de, no solo las películas de Lucas, sino de cualquier personaje considerado “de culto”. A lo largo de los últimos 30 años, muchos jóvenes han ido creciendo con series consideradas frikis, como Star Trek o V; con la obra de Tolkien o con el cómic japonés (el Manga), entre muchos otros fenómenos. Esta etapa atrapó de lleno a Señor Buebo y le llevó a crear en 2006 el “Día del orgullo Friki” (25 de Mayo), que se celebra en ciudades de toda España y que es el máximo exponente de la magnitud social que ha alcanzado el frikismo.


Poco podemos decir de la trayectoria bibliográfica de este autor, más que con 14 años ganó un concurso de literatura en su Instituto con un relato llamado Detective Juvenil. Su estilo personal con tono despreocupado y cargado de informalidad y apelaciones al lado más friki del lector, hacen de este texto una obra amena y bastante ligera.


El libro comienza con un reto: Contar cuantas veces aparece la palabra friki alo largo de todo el texto. No pretende captar ni convencer a nadie de las virtudes del frikismo, se trata más de un decálogo o manifiesto que describe punto por punto todos los aspectos de la vida del friki. Una exposición punto por punto de lo que es ser friki. Cada capítulo contiene uno de los deberes o derechos “in-alien-ables” del friki y trata temas como las diversas topologías de friki, los gustos, los hábitos alimentarios o la “voluntad de dominar el mundo”, ya sea política, social o estéticamente.





lunes, 18 de mayo de 2009

Retrat d' Allen Steweart Konisberg

El veiem en pantalla i sabem que és un home singular. El seu nom, Allen Steweart Konisberg, inequívocament jueu, ha estat substituït per un pseudònim encara més famós: Woody Allen. Lleig, baixet i miop, ningú mai diria que és un dels cineastes més important dels últims vint-i-cinc anys.
Freud, Hitler, el Che Guevara, James Dean, els Beatles... Woody Allen no desentona al costat d’aquesta companyia. Aquest neuròtic de Brooklyn no només és cèlebre en un món on cada vegada és més fàcil ésser famós: Woody Allen és, a més, una cara de portada. És un dels rostres clau a l'hora de perseguir, arribar i acorralar el segle XX, els últims batecs del qual - cada vegada més espaiats i llunyans- encara podem escoltar des del XXI. Forma part dels toros salvatges de Hollywood, una generació que va entrar per la porta gran a finals dels seixanta i va renovar el cinema dels grans productors , tots ells criats al cineclub i amants del cinema europeu d' autor .
Quan li fan entrevistes sempre manté un gest nerviós i inquiet, tal vegada tret del seu altiu ego que acostuma a interpretar a les seves pel·lícules. No és un home de moltes paraules, doncs sempre l’envaeix la timidesa quan té un micròfon al davant. Potser és per la seva veu de xiulet que té i que pretén així amagar.

Per a bona part de la humanitat, Woody és aquest homenet que va començar la seva etapa com a actor, no semblant-se en res a Robert Redford. Ara amb el cabell blanc com l’ullal d’una fera, un nas gran i aixafat i una constitució fràgil i delicada, sembla que veu per fi exaltat tot el seu sex-appeal. Així pel cineasta també passen els anys però això no ha estat un impediment per emportar-se la fama de “galant de lolitas”. Les seves ulleres de pasta negre ajuden a donar-li un aire bohemi, intel·lectual i dòcil, que fan d’ell un seductor disfressat de psicoanalista - aquell que la majoria no podem pagar- que ens recorda que el cervell pot triomfar sobre el múscul.

Però és Woody Allen només un personatge que sap interpretar a la perfecció? És Woody Allen aquell home adorable i amb fòbia a tot que interpreta en les seves últimes pel·lícules? És aquell excèntric i neuròtic de Brooklyn, que sosté la postura de “Hollywood no m’importa” perquè no va ser capaç d’anar als Òscars de 1977 per por a no guanyar-ne cap? És el Woody Allen que descriu Marion Meade (sense caure en grolleries ni postures gronguenques) a The Unruly Life of Woody Allen, qui enllumena el seu costat fosc i confirma que tot Dr. Jekyll té la seva faceta de Mr. Hyde? Qui és en realitat Woody Allen? Sigui personatge o no, el és evident és que Woody Allen fa a la perfecció de Woody Allen: algú que aconsegueix rialles amb només alçar una cella.

sábado, 16 de mayo de 2009

Ets més caparrut que una trutja sorda (II)

Retomando el concierto otra vez, debo añadir que una de las piezas fue interpretada únicamente por un clavicémbalo. Es un instrumento curioso, semejante a un piano, pero con cuerdas pinzadas.


La verdad es que impresionó bastante ese instrumento porque, además de crear un sonido curioso y desconocido para mí, el clavicembalista también era un tanto peculiar tenía una especie de tic que le llevaba a apartar con la mano, como si de un torero se tratase, los costados de su chaqué, como símbolo de emoción y entusiasmo que le creaba la música que estaba tocando.

Pero bueno, el caso es que cuando el intérprete finalizó su primer movimiento, hubo unos cuantos ignorantes del mundo musical, que aplaudieron. El clavicembalista, saludó elegantemente y se tomó la molestia de recordar al público que entre movimiento y movimiento no se aplaudía. Aun así, al terminar el siguiente moviimiento, esos mismo ignorantes volvieron a aplaudir, una vez y otra. En ese momento, me vino a la cabeza un refrán mallorquín que muchas veces he oído decir a mi madre. "Ets més caparrut que una trutja sorda!". Parece mentira el poco gusto y la tozudez que tiene la gente, además de padecer sordera, porque ya lo habían avisado anteriormente. Me parece una falta de respeto hacia el resto de público que asistimos al concierto, pero sobre todo , una falta de respeto para el clavicembalista, que muy amablemente pidió silencio entre pieza y pieza.

Ets més caparrut que una trutja sorda (I)

El jueves pasado tuve la oportunidad de escuchar el Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana en lo que se llama cariñosamente, el Petit Palau. Un cant harmoniós, era el lema de este concierto. Un lema que procede del último verso de la canción de F.j.Haydn con el que el coro cerraba este concierto: “En harmonischer Gesang war mein Lebenslauf” (Mi vida ha sido un canto armonioso). El coro estaba compuesto por tres voces por cuerda, que si bien lograban un canto armonioso, debido a la profesionalidad de cada uno de los cantantes, a mi parecer, no acababan de cuajar del todo y es por ese mismo motivo, (porque son cantantes profesionales). Desde fuera se podía reconocer cada una de las distintas voces de los integrantes del coro y eso mismo hace que el coro. Lo importante no sólo es que afinen y hagan los crecendos y diminuendos cuando toca, sino que las voces empasten, se unan para el coro tenga un color propio y con él den vida a la música.
Per
o, con esta actualización no pretendo hacer una crítica del concierto. Quería contaros una anécdota del mismo, pero primero quisiera hacer un inciso. Cuando termina una pieza es una costumbre que la gente aplauda y enseñar el grado de satisfacción que te ha producido escuchar esa obra. Pero, también es cierto que en los conciertos de música clásica, es distinto, porque una obra puede estar compuesta por diversos movimiento. Entre estos movimientos suele haber pausas o respiros, en los cuales no se debe aplaudir. Es por eso que se debe estar atento porque cuando el director baje totalmente las manos, será en ese momento cuando finalice la obra y se pueda aplaudir. Pero por lo que pude apreciar, en este concierto se desconocía este hecho.

¿Qué nos queda de la educación?

Gregorio Luri (Azagra, Navarra, 1955) empezó a dar forma a l’ensayo El criterio perdido un día concreto, el 19 de Junio de 2003, el mismo día que va comprarse El criterio de Balmes. La filosofía ‘del sentido común’ de Balmes, donde dos más dos son cuatro, empujó a Luri a desarrollar su tesis respeto la decadencia de la educación con la voluntad de huir de estos dogmas. El doctor en Filosofía y, poeta en sus ratos libres, procura a lo largo de estas 71 páginas argumentar la crisis que sufre la institución escolar en sus entrañas, no en las apuestas legislativas.

Gregorio Luri inicia este ensayo haciendo uso de la metáfora: El mito clásico de Baubo será una constante durante las 70 páginas para simbolizar la imposibilidad de encontrar la desnudez de la verdad. Según el autor, la crisis de la institución escolar nace de su transformación “hacia la desorientación”, donde se habla más de valores que de virtudes. L’olvidos en nuestro lenguaje de conceptos como “virtud” o “ voluntad”, el yo sin restricciones (una escuela que s’adapta a l’autonomía de l’individuo), la muerte del estudio con su sustitución por la práctica más didáctica o la costumbre de esconderse tras la propia opinión a partir de ejercicios de debate, son algunos de los síntomas que presenta esta decadencia. El filósofo desarrolla la evolución de la escuela republicana francesa hacia un zappismo intelectual, basado en la autonomía del individuo y la desaparición esfuerzo personal.

Para explicar todo este proceso sigue una clara estructura de jerarquía dentro de las páginas del ensayo, que facilitan la lectura y el orden de las ideas para aquellos que no sean Doctores en Filosofía. El ensayo se compone de 13 capítulos: cada uno de ellos es una pieza fundamental de la argumentación colocada en el momento preciso. A las primeras líneas - referentes al mito de Baubo y al dogmatisme de Balmes-, les siguen aquellas que explican el origen del pensamiento que apuesta por una autonomía del individuo – hasta remontarse a Byron-, para después introducir el problema de la decadencia de la escuela.

No podría defender esta crisis sin explicar el modelo republicano francés, la otra cara de la moneda. Para el lector que lo desconozca, Gregorio Luri lo desarrolla en pocas páginas pero suficientes por establecer la comparación con el nuevo modelo decadente. Esta separación temática ayuda al lector en un texto filosófico que, sin caer en las tinieblas de la densidad, obliga muchas veces a una segunda lectura.

Luri bebe de pensamientos que se remontan a nuestros clásicos: mitos griegos, pensamientos aristotélicos, Byron y Fichte – como orígenes del nuevo modelo educativo-, hasta cita a Condorcet o Saint-Simon – como iniciadores del modelo republicano-. Constantemente, sus ideas remiten a teorías filosóficas e incluso psicológicas. El hecho de que el ensayo sea breve, hace que no siempre el autor se pare a explicar o aclarar los principales principios de estos pensamientos, obligando al lector a que sea mínimo conocedor de la historia de la filosofía.
Utiliza un lenguaje claro y directo, no juega con la ambigüedad ni propone una lectura entre renglones. Incluye algunos fragmentos en francés que no incorporan traducción y, cuando se trata de unas cuántas líneas, dificultan el seguimiento a aquel lector que no tiene nociones de lengua francesa.

La esencia de la tesis – la decadencia educacional- se palpa en todas las páginas. Esto no quiere decir que el ensayo de Luri resulte monótono ni que haya fragmentos calcados. Ayuda a entender cada bloque temático que el autor pretende desarrollar. La estructura circular que descubrimos al final – vuelve al mito de Baubo- acaba de dar sentido a su argumentación.

Con la mención especial que recibió este ensayo por el jurado del Premio IDEAS d’Ensayo Breve al 2003, el lector tiene entre sus manos una argumentación histórica devoradora de filosofía y excepcional en el juego de descubrimientos que se destapan en cada nueva página.

domingo, 10 de mayo de 2009

Jack Sheppard: Perdido

En la última clase de Periodismo Cultural se nos pidió que eligiéramos un personaje ya sea de ficción, literario, etc y después contestar algunas preguntas sobre él. Después de mucho pensar y sin tenerlo del todo claro, escogí a Jack Sheppard de la serie Lost (Perdidos) interpretado por Matthew Fox. Aquí tenéis el resultado.
Para ubicaros un poco os diré que el vuelo 815 de Oceanic Airlines, que iba de Sydney (Australia) a Los Angeles (Estados Unidos), se estrella en una remota isla del Pacífico donde ocurren fenómenos extraños. Así es como empieza una de las más exitosas series americanas del momento: Lost (Perdidos). Debido a diversos problemas ocurridos durante el vuelo, el avión tuvo que desviar su trayectoria después de haber perdido las comunicaciones. Esto deja a un grupo de supervivientes en una isla en medio de la nada y sin otorgarles garantías de ser rescatados en un futuro próximo. Lost es considerada por muchos una serie imprescindible, dinámica y ágil, que ha sabido valerse de Internet para generar interacción y dependencia. Es una serie que engancha. De entro de todo esto universo llamado Lost, encontramos a Jack Sheppard uno de los protagonistas de la serie. Es un neurocirujano que vivió en los Estados Unido, cuyo despertar abre el primer episodio de la serie.
¿En que te sientes identificado con el personaje?
Aunque algunos guionistas quisieran matarlo tras el episodio piloto, Jack Sheppard es todo un superviviente del vuelo 815. Un cirujano, que se convierte en líder sin querer y que es todo un ejemplo de sentido de la responsabilidad, del deber. También lo es del miedo al fracaso, pero sobre todo, es un ejemplo de superación y coraje. Como muchos de vosotros, supongo, yo misma, tengo mucho miedo al fracaso, a que las cosas no salgan como uno espera, pero siempre intento conseguir (¡y que dure!) de alguno modo u otro, levantarme cuando tropiezo con una piedra durante el camino. Supongo que por eso, me siento muy identificada con el personaje.

-Valores negativos del protagonista.
- A diferencia de otros personajes, como Sawyer que tiene un carácter agresivo y frío, el doctor Sheppard es todo bondad. Sí cabría destacar como valores negativos su miedo excesivo al fracaso y también que el hecho de que se entregue o dedique tanto a los demás, hace que no piense en su propio bienestar. Todo el mundo tiene derecho a ser feliz, y algunas veces, para serlo tienes que pensar más en ti mismo.

- Valores positivos
- Es un hombre sincero (es de los pocos personajes que no tiene muchos secretos que esconder), es decidido y valiente, y no se deja dominar por el pánico cuando escoge un rumbo fijo por el cual caminar. Además, es muy poco egoísta, siempre intenta ayudar a los demás.

- Si hicieras un documental, novela, etc. ¿ sobre este personaje en que te centrarías?
- Creo que todos y cada uno de los personajes en Perdidos están muy bien definidos. Cada uno desempeña un rol diferente y tiene su espacio e importancia en el relato, cosa que podemos a ver a lo largo de la sucesión de capítulos y temporadas.
- Si pudieras adoptar un papel dentro de la ficción, ¿cuál sería?
Debo confesar que no me gustaría ser Jack Sheppard. Su liderazgo sobre el resto sería una cosa que no soportaría. Nunca he sido “líder” de alguno de los distintos grupos de amigos que tengo y, además, creo que me sobrepasaría el hecho de que tantas personas estuvieran a mi cargo o bajo mi responsabilidad. Sería demasiado estresante y malo para mi salud. Por ello no podría sustituirle, como mucho me gustaría ser algún “perdido” que pudiese hacer su tarea un poco más llevadera, apoyarle cuando más lo necesite, colaborar e ir de expedición y descubrir los misterios que esconde la isla.

-¿En que ha contribuido a la humanidad?
-El personaje en sí no creo que haya contribuido en nada a la humanidad, si bien es cierto que la serie ha cosechado mucho éxito, pero no creo que sea tal como para trascender en toda la humanidad. Pero si tuviera que decir alguna cosa, considero que el rol que desempeña Jack puede ser considerado como un referente de bondad y generosidad, como valores más notables. Teniendo en cuenta esto y que mi abuela dice que “el mundo está muy mal ahora”, puede que un símbolo de este tipo contribuya a la humanidad a ser mejor persona, pero tampoco es que lo tenga muy claro.
- ¿Cree que merece algún tipo de reconocimiento?
- En este caso, obviamente el reconocimiento no recae sobre el personaje sino sobre la serie en general. Sus creadores J.J. Abrams, Damon Lindelof, y Jeffrey Lieber han visto reflejado el éxito generalizado que está teniendo la serie a través de premios como Globos de Oro y los Premios Emmy, que le han permitido formar parte con rapidez de la cultura popular estadounidense. El reconocimiento, por tanto, es en general, puesto que el personaje sólo es una parte del todo.

domingo, 3 de mayo de 2009

Do you need a Hero?

Cuando viajas por internet encuentras cosas tan curiosas como tests de personalidad que te permiten descubrir que tipo de superhéroe podrías ser. La actualización de hoy trata de los superhéroes, esos seres que nacieron para proteger al mundo de las fuerzas del mal luchando por conseguir una sociedad justa. Vendrán a ti volando, deslizándose entre edificios o aparecerán sin más a tu lado para salvarte cuando te encuentres en apuros.



Existen muchos tipos de superhéroes, pero mi preferido, sin duda, es Spiderman., el hombre-araña. Su identidad secreta es Peter Parker un joven estudiante neoyorquino que adquiere asombrosos poderes tras ser picado por una araña que había sido expuesta a experimentos radiactivos.

Esto provocó que paulatinamente Parker adquiriera poderes sobrehumanos: la velocidad, fuerza y agilidad proporcionales a las de una araña de su tamaño; un "sentido arácnido" que le avisa de peligros y la habilidad de adherirse y desplazarse por cualquier muro o pared, independientemente de su horizontalidad. Se las ingenia además para construir un mecanismo que le permite lanzar un viscoso producto químico a manera de telaraña.

De repente, una telaraña surca la "skyline" de la ciudad y en su extremo una figura, embutida en un traje de licra azul y roja, se dirige hacia ti a toda velocidad: es tu vecino y amigo Spiderman. Vecino, puede, pero ¿amigo?. No os conocéis de nada y de repente él sacrificaría su vida para salvar la tuya.



En fin toda una joya. Cualquier chica estaría dispuesta a dejarse rescatar por él; de que sus fuertes brazos la agarrasen con fuerza y la rescatasen de las garras del Doctor Octopus. ¿Porqué tanto afán y fruición? ¿Por llevarse a todas las chicas? ¿Por combatir el mal? La respuesta: porqué es ficción. Porqué estas cosas no pasan en el mundo real. Porque no existen los superhéroes en la realidad.

Pero claro ¿quién no quiere ser rescatado por un superhéroe y vivir una espectacular historia de amor? Hace un año, conocí a mi superhéroe particular. Aquella persona que me intentó rescatar y que lo siguen intentando día tras día, paso a paso. Ayudándome a aceptarme, a sentirme bien conmigo misma, a quererme. Él nunca creerá que lo considero como tal, porque no lleva capa, ni máscara, ni puede volar, pero estoy convencida de que él es mi héroe personal.

Son para verte mejor



¿Hubiera visto antes al lobo Caperucita con unos prismáticos? ¿ Se habría evitado el naufragio del Titanic si hubiesen usado unos prismáticos con visión nocturna? ¿Qué seria de un típico boyscout americano si su equipo no contara con uno de ellos?
Si escribes en Google la palabra “prismáticos” encontrarás muchas páginas que intentan venderte prismáticos binoculares 6x30mm Nuevos, o cosas más extrañas como prismáticos de stars wars de juguete, también alguna página que intenta definir lo que son o como se usan (¿¡Para qué más se pueden utilizar si no es para otear el horizonte?!); o vídeos que nos muestran fantásticos paisajes que podemos observar a través de unos exuberantes y profesionales prismáticos de cazador.
Los prismáticos, los primeros microscopios del hombre. Su función es simple: nos intentan acercar aquello que se encuentra muy lejos. Para los especialistas en astronomía son muy útiles (son como telescopios bifurcados de baratillo), también lo son para los ornitólogos, amantes de la naturaleza que saben imitar sonidos de lindos pajarillos. También son muy útiles para gente con propósitos menos lícitos o profesionales... los voyeurs (¡Vamos! los vecinos que miran a las vecinas de enfrente). Porque...¿quién no ha espiado al vecino/a de enfrente cuando ha tenido en su poder unos prismáticos? (¡que tire la primera piedra el que esté libre de culpa y que vigile que no se la tiren a él si algun día le pillan!).
Pues sí, los prismáticos nos permiten apreciar los detalles de las cosas. Inmiscuirnos en la profundidad de objetos o paisajes para poder ver lo que esconden, ampliar aquello que nuestra limitada vista no puede observar. Los prismáticos amplian el campo de visión y... ¿Alguna vez se han parado a pensar sobre los prismáticos? ¿Para qué se usan? ¿Como están hechos? ¿Han logrado llevar a cabo alguna reflexión con, por lo menos, medio pie y media cabeza? Los prismáticos son lo que son, objetos inanimados, utensilios que nos permiten acercar virtualmente objetos lejanos hasta el alcance de la mano. Los prismáticos son generadores de ilusión, son el mecanismo de engaño mediante el cual la miel jamás llegará a los labios. ¿Esta es su reflexión? Bueno, esta es la mia. Los prismáticos, utiles, sí, pero profundamente decepcionantes.

Investigando por internet, me he encontrado con un cdivertido vídeo de unos japoneses jugando un partido de fútbol con unos prismáticos sujetos en la cabeza. Pero sin duda alguna lo que me gustaría ver es como rematan de cabeza. Aquí os dejo el vídeo.

sábado, 2 de mayo de 2009

T'estimo, ets perfecte... ja et canviaré


El Teatre del Sol de Sabadell ha acogido durante el mes de marzo hasta el 10 de mayo una nueva producción del musical I LOVE YOU, YOU´RE PERFECT, NOW CHANGE -título original del musical- de Joe DiPietro (libreto y letras) y Jimmy Roberts (música), que se estrenó en el Westside Theatre del Off-Broadway el 1 de agosto de 1996.

T’estimo, ets perfecte, ja et canviaré –título de la obra traducido-es un muestra en clave de humor, de los problemas y virtudes de las relaciones de pareja. Un conjunto de experiencias que todos, de una manera u otra, hemos vivido en el transcurso de nuestra vida: el primer amor, el matrimonio, los hijos, la crisis de los cuarenta…pero eso sí narrados de manera sutil e irónica. Es una ácida y cómica mirada sobre el mundo de las relaciones hombre-mujer que, gracias a una partitura exquisita y un texto tan divertido como contundente, se convierte en una propuesta que plantea al espectador que, si el amor perfecto no existe…siempre valdrá la pena buscarlo.
La obra expresa todos los miedos sentimentales que todos hemos tenido y nunca nos hemos atrevido a confesar: la inseguridad física de la adolescencia, un affaire maduro, que nos conduce a preguntarnos cómo he podido caer tan bajo si yo antes tenía unos mínimos, la bajada en picado de la actividad neuronal al tener un hijo, el milagro que se produce cuando recibimos esa llamada de aquel alguien que dice que te llamará, y va y lo hace (¡aleluya!), así como también que el amor es aquella cosa que nos permite tener de 16 a 30 años durante la época dorada de la geriatría. Todo hecho con gracia, inteligencia y elegancia, creando el tono justo para hablar de las relaciones amorosas sin caer en las trampas posibles: machismo, tópicos, dogmatismos y groserías. Nada que ver con la cosa basta serie de televisión de Escenas de matrimonio de Tele5.

T’estimo, ets perfecte ja et canviaré es una auténtica delicia, un canto a la gente que tiene la suficiente experiencia para saber que el amor siempre es un problema y, todavía más, cuando piensas que ya lo tienes solucionado. La obra se desarrolla a partir de una serie de sketchs diferentes, que no tiene relación entre ellos, en cuanto a personajes se refiere, pero que todos y cada uno de ellos te dejan con un buen sabor de boca.
Un piano, un violín y un contrabajo ocupan un discreto lugar a un lado del escenario pero llenan de buena música el espectáculo. Los actores están fantásticos, disfrutan del qué hacen y se nota, puesto que la música, la letra, el texto y las escenas, todo es muy bueno. En cuanto a la escenografía, de Ramon Ribalta, es sencilla y encantadora: como una caja china de sorpresas, con escondrijos, con nuevas e inesperadas posibilidades, con aperturas y puertas ventanas y objetos que dan a la obra una sensación de magia y encanto, pero sobre todo de esperanza. Un ambiente que sin duda nos contagia y nos transmite la energía necesaria para no perder la esperanza en la búsqueda del amor perfecto.