Típico tópico del aun más típico cine

¿Qué lugares le recomendarías a alguien de Inglaterra que visita Barcelona por primera vez?

En las diferentes guías de viajes se menciona La Pedrera, La Sagrada Familia, el Parque de atracciones del Tibidabo, el Mercat de la Boqueria, las Ramblas… como unos de los principales sitios de cita obligada cuando se va a Barcelona. De entre estos tópicos se encuentran algunos de los diversos escenarios utilizados para la película Vicky Cristina Barcelona, la recién estrenada película del director Woody Allen, donde participa la actriz española Penélope Cruz.

La película recurre a una serie de paisajes trasnochados sobre Barcelona y España, el estilo de vida mediterráneo y el turismo clasista para dar una visión de la ciudad coondal que aunque resulta atractiva y eficaz, es demasiado fácil, típica y poco representativa.

Ésta, no es la primera vez que la recién galardonada Penélope se encuentra en el mundo de los tópicos. Así e inexplicablemente, en clase de Periodismo cultural, J.M. Perceval, nuestro profesor, nos enseñó a una Pe que ocupaba la portada y el principal reportaje del número de diciembre de la edición estadounidense de Vogue.

Este reportaje fue obra de la fotógrafa Annie Leibovitz que pretendía ofrecer una imagen de una Penélope más racial, más española, más Carmen, con un grupo de amigos que iban desde toreros a maestros de flamenco como Diego, el Cigala. De este modo podemos ver como aún se persigue exteriorizar esa imagen de la españa profunda de toreros y sevillanas.

Volviendo al mundo del cine, los tópicos son un recurso muy utilizado sobre todo cuando hablamos de la industria de Hollywood.

El cine siempre se ha definido como el séptimo arte, un arte que expresa el sentir y las visiones del ser humano a los ojos de los demás. Últimamente se ha comercializado tanto que ha llegado el punto de planearse si se puede considerar arte o simplemente una industria. Debate a parte, tal y como hemos afirmado antes, los tópicos son los recursos por excelencia del cine. Muchas veces se piensa que el cine de Hollywood, por ser un cine comercial, con mucho presupuesto y que recauda millones al año se le debe considerar “menos cine” que aquel que tiene poco presupuesto pero que tiene altas aspiraciones artísticas porque ha nacido de una privilegiada mente de talento incomprendido. Este es uno de los tópicos del séptimo arte.

Por otra parte y centrándonos en la Gran Industria de Hollywood son muchos los tópicos que encontramos en las películas, tanto es así, que en internet encontramos largas listas de lugares comunes, tópicos y licencias cinematográficas que parecen ser inevitables de usar por los directores de cine. Los tópicos no sólo se refieren a personajes o lugares, también puede tratarse de aspectos que se refieran a las tramas. Algunos de ellos pueden ser, por ejemplo, cuando un profesor está dando una clase, siempre acaba precipitadamente porque suena el timbre; cuando un personaje va a algún sitio en taxi, siempre saca del bolsillo la cantidad exacta, y el taxista no tiene que darle cambio; todas las mañanas, las madres siempre cocinan huevos y tocino para la familia, aunque el marido y los hijos no tengan tiempo para comérselos; por otra parte,si los zombies te persiguen, jamás cojas un coche, pues éste tardará mucho tiempo en arrancar; o que a la protagonista nunca se le corra el rimmel, incluso en el caso que haya sobrevivido a una explosión o le haya caído agua por encima. Es lo mismo que le ocurre a Tom Cruise, que nunca se despeina en una película.

Bromas a parte, en mi opinión, no creo que se pueda huir de esos tópicos, no sólo porque creo que cada autor tiene unos referentes para realizar su obra, sino porque los tópicos son, también, elegidos para satisfacer una demanda, una audiencia que, en realidad, los pide, porque al fin y al cabo, es lo que funciona y da beneficios, que es lo que interesa. La pega para aquellos amantes de lo inesperado, estos tópicos dirigen la acción por lo que no es demasiado difícil predecir lo que va a ocurrir en la siguiente escena. La lucha contra el tópico es complicada, por lo que muchas veces no queda más remedio que rendirse a ellos. Puede que lo mejor sea tomárselo de una manera más optimista porque si no tuviéramos tópicos nos quedaríamos sin un montón de chistes. No se puede huir de los tópicos y la mente que no entienda es que es más lenta que el caballo del malo.